martes, 10 de julio de 2007

STOK OUZH AN ENEZ













STOK OUZH AN ENEZ
A LA VISTA DE LA ISLA

Que ahora cada cuál se calle
ninguna risa, ningún grito,
ningún ruido, por favor, ¡por favor!


No alcanzaríamos la isla si todos nos pusiéramos a charlar;
no despertemos a las cochinillas
de sueño tan ligero.


¿Para qué navegar tanto tiempo
si zozobramos en el umbral?


Mirad

¿los árboles con los que soñábais eran tan verdes?
Y todavía bajo el musgo se oyen
aguas secretas

escuchad,
pero no digáis nada.


Puede que haya que desembarcar en alta mar
y alcanzarla a nado;
puede que sea necesario
nadar hacia la isla

de noche:
será el combate de nuestros cuerpos contra el mar
y el ruido del mar estallando en la costa,

canción de cuna,

por favor, por favor,
¡No despertemos a las cochinillas!


No se escuchará más que el ruido sordo de nuestros pasos
en la arena
y el grito de las gaviotas


Y la isla será nuestra,


quizá.












Alan Stivell

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