Me acaba de proponer una amiga que comente 8 cosas sobre mí, así que, aunque no tengo costumbre de hablar sobre mí mismo, voy a ponerme a ello:
Hablar de uno mismo es difícil, nunca te ves de la misma forma que te ven los demás, realmente
cuando uno se describe, lo hace en función de CÓMO LE GUSTARÍA SER o CÓMO QUIERE
LLEGAR A SER. Realmente ser descrito por los demás tampoco es correcto, ya que en general
desconocen qué motivaciones o qué ideas te empujan a realizar tal o cual acción, además de las
inevitables incoherencias y antagonismos que se van acumulando a lo largo de la vida de todos ("y el que esté libre de ellos que tire la primera piedra").
En general, la diferencia entre lo que SOMOS y lo que NOS GUSTARÍA SER la marcan los impedimentos, límites y obstáculos que se encuentra uno por la senda de la vida, los cuales obligan a uno a dar largos rodeos en ocasiones, en otras a retroceder, y a veces si se pone uno cabezón, a atravesar el obstáculo por narices.
Algunos impedimentos los elegimos nosotros mismos, pero en general, los más coercitivos se
imponen sobre nosotros como una pesada losa: por ejemplo el trabajo y la posibilidad de desarrollo profesional, que obliga a uno a abandonar casa y amigos, que nos mantiene ocupados larguísimas jornadas de 10, 11 o 12 horas y que nos dificulta enormemente dedicarnos a cualquier otra cosa que nos guste. Otro daño colateral asociado a la merma de calidad en las condiciones de trabajo es el desmantelamiento de la vida social, familiar, etc producida por las larguísimas jornadas, por la merma económica que produce la necesidad de trabajar los dos en caso de tener pareja, que repercute además en la baja natalidad (quien va a tener un crío sabiendo a priori que está condenado a la soledad y a la desatención, por culpa de los horarios?).
Me hace mucha gracia cuando salen ciertos CÍNICOS por la tele, con grandes dosis de moralina, echando la culpa de "la desintegración familiar" a "la moral progresista" cuando saben perfectamante de dónde procede el problema (y a veces son ellos mismos los que lo producen). En fin, lectores, protegéos de los cínicos, fariseos y demás especies depredadoras y carroñeras que pueblan últimamente nuestro entorno.
No pretendía hacer un discurso sino responder a ocho cosas que me pueden definir, aunque algunas veces soy MÁS YO, otras veces soy MENOS YO, y algunas veces QUIERO SER YO PERO NO ME DEJAN. No soy capaz de sacar 8 características que me definan sin convertir lo escrito en un discurso, así que ya mostré la primera. Tampoco sería capaz de definirme sin mis circunstancias vitales (como decía Ortega: yo y mi circunstancia).
Me gusta: dedicarme a fondo a una actividad, investigar, encontrar a alguien para discutir sobre ella y aprender. Me gusta conocer las raices de mi cultura autóctona, arqueología, antropología, música...
Me gusta, en fin, conocer de primera mano todo aquello que fue despreciado y olvidado durante
siglos.Me gusta mucho discutir de forma creativa, y cuando flaqueo en un tema que me apasiona sería capaz de pasarme meses investigando hasta ponerme a la altura del contendiente.
Aborrezco oir mentiras repetidas mil veces hasta que todo el mundo piensa que son verdad, sobre todo cuando se niega lo evidente. No soporto en particular la manipulación de la Historia.
Voy a contaros un ejemplo: cuando estaba en el instituto en clase de historia, nos explicó el profesor que la cultura castreña no tenía nada de celta, que eran suposiciones superadas y desechadas, y que si realmente valorábamos Galicia debíamos considerar cuán mejor era el hecho de ser autóctonos que ser unos pobres conquistados por los celtas.Esa simple clase, que tuve más o menos a los 15 años, me dejó tan perplejo que me dediqué a investigar por mi cuenta. ¿Cómo era posible aquello, en contra de toda apariencia? Hoy día, que soy capaz más o menos de identificar términos en las inscripciones del noroeste, que creo que conozco las culturas prerromanas del noroeste lo suficiente como para defenderme con ello y asistir a algún que otro congreso, teniendo la oportunidad de conocer a pesos pesados en la arqueología y la filología prerromana, tengo la absoluta seguridad de que la cultura prerromana del noroeste tiene un componente celta incontrovertible, que se refleja perfectamente en la epigrafía, en la arqueología e incluso en formas vivas de la cultura rural que ha llegado hasta nuestros días, aunque hoy día se puede prácticamente certificar su defunción. Es muy frecuente en historia que cuando se consigue llegar al nivel cientifico y a las condiciones que hacen posible estudiar algo, ha desaparecido el objeto de estudio.
Las personas que mas valoro suelen ser aquellas con las que hablar es como pensar en voz alta, con quien te encuentras a gusto. No me gusta estar rodeado de gente que te ata, que te exige cosas continuamente y lo peor de todo ya, que tengas que medir las palabras cuando hablas. Mis mejores amistades suelen ser un poquillo ácratas en consecuencia, una "asociación libre de colegas", vamos.
Me gustan los espacios naturales: los acantilados, el mar, el bosque, todo aquello que no fue mutilado por la mano del hombre creyendo embellecerlo. Me encanta andar por los castros costeros excavados y sin excavar, ver sus relieves y reconstruir mentalmente cómo estaban distribuidos, que sistemas defensivos tenían, entradas y salidas, cultivos, en fin... cómo vivian.
Escuchar el mar. En un día de temporal marino probablemente me encontréis en cualquier acantilado de la costa cantábrica viendo la furia del mar intentando quebrar las rocas del litoral.
RESISTENCIA CULTURAL: es mi actitud frente al mundo, resistencia frente al ciclo produce-consume, resistencia frente al pensamiento monolítico que se está perfilando cada vez más en nuestros tiempos, frente al "ésto es lo menos malo, no hay alternativa posible", resistencia frente al desprecio general por las alternativas que no siguen la corriente mayoritaria, resistencia contra el desmantelamiento de las costumbres o valores de nuestros abuelos por considerarlos "paletos". Recordad que ellos vivían en economías autárquicas y sostenibles, es decir, que tenían asegurada su supervivencia en caso de crisis, en cambio nosotros...en fin.
